viernes, 29 de marzo de 2013

Iglesia Ortodoxa Rumana en Venezuela


Un pedazo de Rumania se esconde en El Hatillo
La iglesia rumana ortodoxa requiere recursos para su mantenimiento
La iglesia está abierta a los visitantes los viernes, sábados y domingos kisai mendoza
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BEATRIZ CRUZ SALAZAR |  EL UNIVERSAL
lunes 23 de mayo de 2011  12:00 AM
Quien ha pasado por la vía que conduce a La Lagunita seguro la conoce. Desde 1996 la iglesia 

ortodoxa rumana, con su techo escamado de madera y su diseño gótico se roba la atención de los que manejan por la vía. Lo que la mayoría ignora, es que fuera de Rumania solo hay dos iglesias de este estilo, una está en Caracas y otra en Chicago. 

La estructura tiene cuarenta metros de alto, y está construida en pura madera y sin un solo clavo. Sesenta mil tejas, en forma de escamas de pescado, conforman el techo y su estructura fue completamente esculpida en Rumania y traída directamente hasta Venezuela para su ensamblaje, según recuerda el padre Vasile Lungeanu. 

Entrar a la iglesia es trasladarse a tierras eslavas en pocos segundos. No es la grandeza lo que deslumbra puertas adentro, sino las pinturas al óleo que cubren todas las paredes, el particular olor a madera que concentra y las esculturas y la propia alfombra realizadas de manera artesanal por artesanos rumanos. 

Entre la primera y la segunda Guerra Mundial llegaron los primeros rumanos a Caracas. Fue por Cornelio Popescu, quien ocupó el puesto de regente de Chacao tras la renuncia de Irene Sáez, que se construyó la iglesia en Caracas. Él fue el primer rumano que ocupó un puesto de gobierno fuera de su patria, y en su honor se aprobó la construcción. 

Lo cierto es que la comunidad ortodoxa nunca fue muy grande. Hoy, se ha visto disminuida, pues muchos han preferido regresar a su país. Por eso es cada vez más difícil realizar el mantenimiento de la estructura, detalla Mioara Lungeanu. 

El clima húmedo de La Lagunita también ha dificultado su mantenimiento. La madera estaba preparada para las cuatro estaciones de Rumania, pero no ha soportado la neblina, las lluvias y la humedad que caracteriza al municipio El Hatillo. 

Reparar el techo, para evitar que la estructura sufra daños no es tan sencillo. Se necesita al menos un año para tratar la madera que suplirá al techo que ya se encuentra deteriorado. Además, se necesita una fumigación, pues la iglesia también está sufriendo por la cantidad de insectos que se reproducen en su interior. 

"Nosotros queremos trabajar aquí, queremos hacer lo posible para mantener nuestra iglesia, incluso queremos que se convierta en patrimonio cultural de Venezuela, pero necesitamos ayuda porque nuestra comunidad es muy pequeña", dice el padre Lungeanu. Las personas o empresas interesadas en colaborar pueden llamar al 0212-4352366 o al 0412-0203301. http://www.eluniversal.com/2011/05/23/un-pedazo-de-rumania-se-esconde-en-el-hatillo.shtml#.UMnTCHOMk4Y.facebook

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